Pautas para la maquetación y el diseño de catálogos

07.06.2022

Los catálogos son una oportunidad de venta, el dosier corporativo es parte del branding y la presentación de ambas piezas influye en la percepción que obtenga el potencial cliente de la empresa. Te contamos cómo maquetar el catálogo con consejos para su diseño.

Toda empresa dispone de un catálogo para captar nuevos clientes y aumentar las ventas, son un básico del material corporativo, a la altura de las tarjetas de visita. En los últimos años se ha popularizado el catálogo online, pero no está reñido con el catálogo impreso, un formato tan necesario como el digital. Para que cumpla los objetivos necesarios, te damos las claves para la maquetación y el diseño de catálogos.

El catálogo impreso se entiende como una pieza única que mostrar en ferias, eventos o distribuir al público objetivo. Además, es más memorable, por lo que la marca permanece en la mente del consumidor. En el caso de las empresas con modelo de negocio B2B, sus clientes utilizan los catálogos como herramientas de trabajo.  

Tipos de catálogos

Hay dos tipos de catálogo clasificados en función de su contenido: el catálogo corporativo y el catálogo de productos.

El catálogo o dosier corporativo tiene como fin presentar la empresa y recoge información detallada sobre sus servicios. El objetivo de este tipo de catálogos es ampliar la cartera de clientes dando a conocer en profundidad a la empresa: historia, misión, visión y valores, los servicios que la distinguen de la competencia, etc.

El catálogo de producto, también se conoce como catálogo comercial, es una exposición de los artículos a la venta con información detallada. Este tipo de catálogos abarca desde los catálogos de precios y ofertas, hasta los catálogos de nuevas colecciones. Su objetivo es incentivar las ventas dando visibilidad al producto. 

A continuación, te damos las pautas para la maquetación y el diseño de catálogos de producto y dosieres corporativos a través de dos empresas ficticias: el catálogo de la nueva colección de un fabricante de luminarias y el dosier corporativo de una empresa de organización de bodas.

Antes de empezar a diseñar el catálogo


1. El manual de identidad visual corporativa para la maquetación y diseño de catálogos

La casa no se empieza por el tejado, pero tampoco por los cimientos. El primer paso para construir una casa es elegir y valorar el terreno. Lo mismo hay que hacer para diseñar un catálogo de productos o el dosier corporativo: tener claro el público objetivo de la empresa y el destino del catálogo. En este caso, los cimientos son el manual de imagen visual corporativa.

Definir dónde se va a distribuir el catálogo y cómo se va a usar también es básico para elegir el tipo de encuadernación más adecuado. Y es que hay técnicas de encuadernación más duraderas, con mejor acabado o con más flexibilidad que otras... Aquí tienes una guía para elegir el tipo de encuadernación más idónea en función del tipo de empresa y su presupuesto.

El dosier corporativo es atemporal, se usa en diferentes ámbitos y su diseño debe asociarse al 100% con la marca (colores, tipografías, claim...).

Este dosier corporativo se asocia a una empresa que se dirige a parejas jóvenes trabajadoras con un nivel adquisitivo medio que no disponen de tiempo para organizar su boda. El dosier está encuadernado con wire-o oculto, una opción económica y con un acabado estético.

Asimismo, el dosier dispone de separadores impresos en papel kraft, al igual que la cubierta, para distinguir las diferentes fases de los servicios. El interior está impreso con tintas económicas sobre papel reciclado.

El catálogo de productos es temporal. Nos sirve para dar visibilidad a una nueva colección o promocionar unos precios, pero se suele consultar más a menudo por lo que requiere un tipo de encuadernación flexible como la encuadernación encolada que además es duradera y tiene muy buena presentación, o la encuadernación con grapa o wire-o.

Este catálogo de productos se ha diseñado para un fabricante de iluminación que trabaja directamente con interioristas y arquitectos. Se ha elegido la encuadernación encolada ya que también sirve como herramienta de trabajo para sus clientes por lo que requiere flexibilidad y durabilidad ante todo.

Para el catálogo comercial se ha elegido la impresión con tintas luxury, que dan un resultado de máxima calidad incluso en la reproducción de degradados y colores pastel, sobre papel estucado brillo para potenciar el color y la percepción de marca premium.

2. El contenido

Es aconsejable recopilar toda la información y distribuirla por secciones:

La información básica para un dosier corporativo es la presentación de la empresa, las razones que la diferencian de otras empresas similares (innovación, rapidez, precios, tradición...) y sus servicios.

Para los catálogos comerciales, selecciona los productos que más interese vender. En muchos casos, no es viable incluir todo. No se trata de un bazar, sino de una presentación atractiva del producto, ya sea por precio o por sus propias características. Define cómo mostrar los precios (con o sin IVA, o a consultar).

No obstante, el catálogo de productos también debe contener una breve introducción de la empresa, por si cae en manos de alguien que no la conozca.

Recuerda incluir la información de contacto: redes sociales, email, localización, etc. Si se trata de una empresa comprometida con el medioambiente, dedícale una página (mejor si es doble).

En cuanto a las imágenes, suena obvio, pero han ser de alta calidad para que no salgan pixeladas y desluzcan todo el trabajo. También es importante que tengan cierta homogeneidad entre ellas, de no ser así, siempre es posible editarlas en Photoshop. Las imágenes deben potenciar los productos y evocar las mejores sensaciones.

3. Formato, orientación y tipo de papel para imprimir el catálogo

Una vez que se ha definido el tipo de encuadernación y se ha estructurado la información que va a contener, es hora de empezar a dar forma al catálogo.

Lo primero es elegir un formato compatible con el tipo de encuadernación, puede ser desde un A4 hasta uno más original dándole forma con un troquel exterior, y la orientación.  

En el caso del soporte, cada tipo de encuadernación admite unos papeles u otros. El tipo de papel también tiene gran peso en la identidad visual corporativa. Hay disponibles papeles creativos, papeles con textura, papeles reciclados, estucados que potencian las imágenes, etc. 

Indicaciones para la maquetación y el diseño de catálogos con retícula


Tipos de retículas

La retícula es la encargada de poner orden en el diseño. Elegir una retícula es seguir una estructura que aporta homogeneidad y armonía visual en la composición del catálogo: las imágenes, los textos, los destacados, los pies de foto...

Existen tres tipos de retículas para la maquetación y el diseño de catálogos de producto y dosieres corporativos:

La retícula de columnas se compone de dos o más bloques verticales del mismo ancho. Se trata de un sistema reticular vertical, muy flexible, idóneo para composiciones de página con muchos elementos. Es posible maquetar a una, dos o más columnas en una misma página.

La retícula modular se compone de varias columnas divididas en módulos, todos del mismo tamaño. Ambos elementos se separan con medianiles, los espacios entre columnas. Este sistema reticular facilita la lectura gracias a una estructura más establecida. Es posible maquetar ajustándose a uno o varios módulos.

La retícula jerárquica no tiene una composición fija, ni un ancho de columna proporcional, cada bloque se establece en función de la importancia de la información. Es la que se usa para la portada de periódicos, aunque se puede aplicar para destacar productos en catálogos comerciales de precios.

4. Diseño de catálogos con retículas

El sistema reticular sitúa a cada cosa en su lugar para hacer más efectivo el diseño, ayuda a jerarquizar la información y a guiar al lector. Además, facilita la lectura: se lee más rápido y se retiene mejor la información.

Consejos para la maquetación de catálogos con retícula

  • Elige un sistema reticular de 5 columnas como máximo para el catálogo. La maquetación a 2 columnas es más sencilla e intuitiva, pero aumentar el número de columnas y jugar con el sistema reticular de forma correcta deriva en una maquetación más dinámica y original.
  • La anchura de las columnas debe ir en proporción con el tamaño del cuerpo de la tipografía para que el texto sea legible: las columnas muy anchas o estrechas incomodan la lectura.
  • Consejo para elegir el ancho de columna: Testea que cada línea contenga entre 7 y 10 palabras de media.
  • La excepción: rompe esta regla si los textos son muy cortos.
  • Las letras muy grandes y las letras muy pequeñas se leen mal. Ten en cuenta que los textos se leen a una distancia de 30-35 cm para elegir el tamaño ideal de la fuente.
  • Atiende a la proporción de los márgenes teniendo en cuenta que el corte exterior requiere un margen de seguridad de 3 mm como mínimo. recuerda
  • El uso de una retícula facilita la tarea de guiar al cliente pudiendo priorizar los elementos de mayor interés. Por ejemplo, poniendo los destacados (títulos) de cada sección a tres columnas y el texto a dos.
  • Un truco para la maquetación de las cubiertas es aplicar la misma la retícula para su diseño.

5. Maquetación del texto en el catálogo de productos y el dosier corporativo

Lo ideal es que sean textos breves, concisos y con algo de magia que inviten a descubrir más sobre la marca.

Consejos para la maquetación de textos

  • Establece un interletraje y el interlineado para todos los textos.
  • Los destacados, tales como los títulos de cada sección, deben diferenciarse claramente del cuerpo del texto mediante el uso de diversos tamaños de letras o de negritas.
  • Los párrafos deben separarse con una o dos líneas completas.

6. Las fotografías, las infografías y otras imágenes del catálogo

Consejos para la maquetación de imágenes con retícula

  • Si el catálogo dispone de imágenes a sangre, combínalo con páginas que dispongan de aire.
  • Cuanta más homogeneidad haya en el tamaño de las imágenes, más armónico será el diseño.
  • El tamaño de las imágenes, ilustraciones, tablas o infografías debe ajustarse al sistema reticular.
  • En el caso de usar fotografías silueteadas o infografías, se aconseja apoyarlas con una trama de fondo o con filetes que se ajusten al tamaño de los módulos.

7. La primera impresión de catálogo de productos y el dosier corporativo

La portada en la maquetación y el diseño de catálogos

La primera impresión de una empresa importa, y mucho. Ya hemos visto la atracción de una portada creativa. Existen herramientas para potenciar el diseño e influir en los ojos con que se mire el resto del catálogo y, por tanto, a la empresa: papeles con textura o creativos, acabados como barniz o estampado digital y tintas especiales.

Aquí también es importante aplicar la retícula elegida, en este caso la retícula de columnas, para la maquetación y el diseño de catálogos. Para este catálogo de productos se ha elegido una composición dinámica, frente a la composición estática, centrada en la retícula modular, del dosier corporativo.

La presentación del catálogo

En este sentido, ya hemos visto cómo destacar en el sector editorial a través de la promoción de los libros. En el caso de los catálogos, también es importante.

Enviar un catálogo en un kit de presentación influye muchísimo en la percepción que se obtenga del negocio y sus servicios o productos. Y es que supone una experiencia del potencial cliente con la marca antes de conocerla.

En este caso, se ha preparado un kit de presentación para el envío del catálogo de la empresa de planificación de bodas a nuevos clientes potenciales como fincas para la celebración de eventos. El kit incluye un folleto especial que resume los servicios ofrecidos, una tarjeta de visita, un tarjetón y el catálogo. 

Estos elementos corporativos están distribuidos estratégicamente en la cuna en conjunción con el packaging. La caja para envíos automontable tiene troqueles interiores que dejan ver el nombre de la empresa. 

Gran parte de los tips para la maquetación y el diseño de catálogos se han extraído del libro "Sistema de retículas: Un manual para diseñadores" de Josef Müller-Brockmann.